El 4 de Octubre del 2011, cuarto año del Lenguas Vivas partió hacia el Noroeste Argentino en un viaje de estudios que sin duda será recordado por siempre. Este es nuestro diario de viaje.

DÍA DOS

Luego de 24 horas de viaje, por fin llegamos al hotel designado en Tilcara, Jujuy. Después de almorzar emprendimos viaje nuevamente para visitar el Pucará y su Jardín Botánico de Altura.

Al llegar nos bombardearon con información de todo tipo sobre estos lugares. El pueblo que lo habitó, información geográfica, histórica y actual.

La formación del Pucará es rocosa y de erosión eólica. En quechua, Pucará significa fortaleza. El lugar estaba dividido en 3 barrios.

La entrada era el primero, lugar donde vivían los agricultores. Estaba dividido en castas (niveles sociales). Cuanto más arriba se encontraban en la pirámide poblacional, mayor era la latitud de sus casas, es decir, cuanto más alto era su cargo en la sociedad, más arriba se encontraban sus hogares. El patio de las casas era destinado a las actividades diurnas, la parte techada, por otra parte, era el lugar donde dormían, sobre cueros en el piso.

El segundo barrio eran los cementerios y el tercero el religioso de la comunidad, el cual se entraba en el centro así se evitaban los ataques. Había dos altares: el más pequeño era dónde se llevaban a cabo los sacrificios de animales en épocas de sequía y el más grande era dónde se llevaban a cabo los sacrificios humanos, en épocas de guerras. Para los humanos, drogaban a los rehenes con jarabe alucinógeno y los acostaban en los altares. Luego les abrían el pecho y les arrancaban el corazón. La sangre que salía del cuerpo del hombre ya muerto era bebida por el chamán y aquel que hubiese capturado al rehén. Por último, se los decapitaba y se hacía el cráneo-trofeo.

Esto significa que la función que cumplía el Pucará de Tilcara era, como su nombre lo indica, de fortaleza. En ella se realizaban tanto actos religiosos como de guerra y de vida cotidiana. El pueblo que lo habitó fue el de los Tilcaras. Estos tenían piedras de campana formadas con alta cantidad de cobre con los que se comunicaban.

Los especialistas que intervinieron en el descubrimiento y reconstrucción de este lugar fueron los investigadores Dres. Juan B. Ambrosetti, Salvador Debenedetti y Eduardo Casanova. Su monumento se encuentra en el punto más alto de las ruinas, a 2500 m sobre el nivel del mar. La pirámide trunca fue construida para homenajear a estos hombres quienes realizaron importantes trabajos no sólo en el Pukará, sino que también en otros sitios de la quebrada.